24 jun 2010

Como una gota de lluvia.



Me muero de las ganas por sentir que habrá más allá de un cielo pintado de colores. De poder alzar la mano alto, y tocar aquello tan lejano y exótico, dejarme deslizar por las nubes y contemplar todo desde allí. Siento que los que tenemos los pies en la tierra solo estamos condenados a buscar nuestra propia dirección. Es complicado, dudo entre seguir recto o girar a la izquierda/derecha. Sin embargo me dejo llevar por mí misma y cada día me dirijo a sitios diferentes. Otras veces me desespero intentando encontrar la respuesta de todas mis preguntas y busco el camino que parece no tener fin. Pero cuando no quiera darme cuenta, habré acabado mi trayecto, llegaré al fin del gran camino que me han ofrecido que quizá pudo ser solo una vez, y no hay nada mas allá de esto. Pero también puede ser el comienzo de un nuevo bienestar.
Me gusta soñar despierta. Mayoritariamente, porque el que sueña es mucho más feliz que aquel que busca la verdad entre todas sus preocupaciones y metas. De qué sirve, no quiero acabar como un limón exprimido.

¿No es mejor ser un dulce melón?

23 jun 2010

Don't cry.

Escribir es mi único suspiro del día. Sentir que mis dedos se deslizan en un teclado usado y sucio, donde estas palabras, probablemente acaben en el olvido. Sin embargo para mí es mi forma de decir 'basta' con aquellas cosas que no tolero. No me tolero a mí misma. Pero solo por el simple hecho de buscarle vueltas a cosas que sé que no tienen sentido, básicamente porque carece de explicación. Y aún asi sigo discrepando buscando un jodido por qué, pero nada.

Siento que las mentiras son como el papel que envuelven los bombones. Mientras vives en esa palabra, eres sumamente feliz. Pero, ¿cuando se rompe el papel y el bombón es amargo? Lo que te hizo una vez tan feliz cae tan en picado que toda esa felicidad se consume como el plástico en fuego. Y de ello solo quedan cenizas.

Entonces,¿mentir sirve de algo? Solo nos hace felices por momentos. Y sí, es cierto. A veces me encantaría poder programar mi cabeza para encajarla en este mundo podrido en mediocridad. Y aún así cada día abro más los ojos y no puedo evitar pensar y pensar. Nunca comprendía de pequeña, eso de ser tan feliz en la infancia. Ahora lo comprendo a la perfección. En aquella edad eres tan ingenuo, sútil, manipulable y derivados adjetivos, pero uno que destaca con claridad, llamado FELICIDAD.
Ese adjetivo que tantos dicen que tienen pero son muchos los que la carecen. Y yo solo soy feliz a ratos.

Y por mí, que se mueran las mentiras. Y que floten las verdades..aunque luego se desechen.

18 jun 2010

El semáforo no marca verde...

¿Sabes? No tengo nada que ofrecer. Nisiquiera que dar. Al fin y al cabo solo soy una estúpida persona a la que no le falta de nada, una estúpida que solo aprecia lo mal que lo pasan otros pero que tampoco hace nada para cambiarlo. Convivo en una sociedad de mierda, llena de odio, envidia, rencor. Y aún así es lo que me toca. Tenerlo todo pero no tenerlo nada. No digo que mucha gente cambiaría mi vida por la suya, creo que hay mucha de ella que reza todos los días por sacar a sus hijos adelante y que saquen una carrera, sabiendo que morirán por una mina, o maltratados..O qué coño, por un tiro inesperado sin motivos ni justificación. Y a mí lo que me toca es ver el odio mutuo, que cada vez crece más entre nosotros y el resto. Por que aquel es más guapo, más rico, tiene más que yo... Y siempre ligados a alcanzar una meta, que es el dinero. No basta con vivir bien, ni basta con ganar más y más, nadie se propone un límite. Nada nos llega. ¿Es esto una forma de vida? Por que aún así casi nadie es feliz. Todos nos lamentamos por tener menos amigos que alguien, por tener un puesto menor que el de tu compañero, por no tener aquel ordenador que tiene el otro, o por que no te contenta tu vida, no sabes ni que hacer con ella. Mientras allá, a lo lejos, se encuentra la misma gente, con labios, boca, naríz, y una sonrisa que deslumbra y acaricia. Que sonríen por sacar adelante a lo único que tienen y que se niegan a perder, su familia. Cuando aquí, hay gente que incluso más de una vez soñó con quitársela del medio.
Y es ahí donde llegan mis miedos, mis dudas de acerca de que por qué motivo estoy aquí, parada en medio de un continente, esperando a qué. No quiero sacar una carrera para vestir pieles de animales, tampoco quiero acabar suicidándome por mi mugrosa vida llena de dinero pero vacía de amor. No quiero ver como se destruyen todos, unos a otros, con palabras que lastiman más que una arma blanca. Sólo quiero poder querer, poder decirle a alguien sin miedo que le quiero, alguien en quien poder confiar, que realmente pueda confiar en él y que sé que tiene eso que a todos les falta, un jodido corazón y no un trozo de hielo que les permite vivir sin ninguna motivación.

Y me niego a querer, no quiero querer para que me lastimen, me humillen y hagan de mí un espantapájaros. Ni tampoco quiero ser la gracia de cualquiera.

Si soy así es por las consecuencias.