14 feb 2010

¿Sí o no?




Sólo tengo dos posibilidades. Es muy complicado. Apoyo la cabeza en la almohada, exhausta y fuera de mí misma. Doy vueltas en la cama, pensando que posibilidad escoger. Una de las dos, el camino que escoja, cambiará mi vida por completo. Es muy indeciso.

-Es fácil, Naomi, un sí, o un no....

-¿Qué es fácil? ¿FÁCIL? Imposible. ¿Tú no te das cuenta, ni por un solo segundo, todo lo que dejo atrás? ¿Todo lo que olvidaré si digo que sí? ¿Y si digo que no? ¿Perderé o ganaré?. Esto es un asco, ¡por qué la vida es tan complicada joder!

Qué prefieres, ¿que te diga yo lo que debes de hacer? Bah, no te excuses. No sabes lo que quieres. No sabes ni lo que serás. No tienes ni idea de en que jodido mundo estás. Te tienen tan abrumada, en esa burbuja rosa, dónde todo lo que gira a tu alrededor babea por tí, vive por tí y da el alma por tí. No sabes romper la esponja, eso quieres darme a entender y engañarte a tí misma. ¡NO, NAOMI, NO! ¡TÚ LO QUE NO QUIERES ES ENFRENTARTE A LA JODIDA VIDA! ¡NO QUIERES DAR TODO POR ALGUIEN! ¡TIENES MIEDO! ¡MIEDO! ¡NO QUIERES QUERER! ¡QUIERES QUE TE QUIERAN, PERO NO DEMOSTRAR HASTA QUE PUNTO QUERRÍAS TÚ! Así lo pagas, ¿no? Venga, quédate en tu burbuja, con tus mariposas y tu cuento de princesa. Pero acuérdate, la vida es un reto, no una fantasía. Aquel príncipe azul que en los cuentos busca a su amada en un caballo blanco no existe.. Existe el príncipe azul, el que encuentras, por que sales ahí, sales al exterior, al mundo, y de una forma indirecta lo buscas. Ya lo has encontrado, Naomi. ¿No era lo que querías? Ah, pero te ha venido con un imprevisto: Se ha enamorado de tí. ¡Y tú no! ¡Solo coleccionas adornos! ¡Los usas y los tiras! ¡VENGA NAOMI, VENGA, ADMÍTELO DE UNA VEZ! ¡NO SABES QUERER!


-Sí que sé querer. Sé querer hasta límites infinitos. Nisiquiera tú sabes lo que puedo llegar a querer. Pero sólo tengo 17 años, no tengo 30. No quiero irme con la persona equivocada. No quiero que me lleve de la mano, que sea yo la que acabe con los hilos rotos. ¡No quiero sufrir!

-¿Y qué esperas entonces? ¡DÍMELO!

-...No lo sé.

Nunca te diste cuenta, Naomi. Lo dejaste marchar, y el se fue. Para no volver.

Ahora sí, Naomi. De los errores se aprenden.

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