18 mar 2010

Psé.


Y la gente me pregunta que he perdido la sonrisa. Aquel brillo en mis ojos que ahora se desplomó. Los labios me susurran palabras encadenadas y palabras clave. Mis oídos escuchan atentamente cada una de aquellas palabras que se deslizan, caen a un fondo olvidado y se desprenden en el vacío. Tampoco sonrío porque no me gusta forzar.
Crecer es difícil. La vida es fácil cuando no tienes nada de que preocuparte. Más que nada cuando no comprendes lo que es la vida real. Aquella que te machaca, te rompe y te pisa. Si antes fui una mariposa colorida, primero llovió y se destiñeron mis colores. Luego el granizo rompió mis alas y dejé de volar. Para terminar tirada en la tierra, fértil, contemplando lo poco que queda de color. Cada vez el cielo se escurece en un tono más negro, cada vez la oscuridad se abruma en mis ojos. ¿Para qué derramar lágrimas si tampoco vale la pena? Pero..¿para qué sonreír?. Mi mundo es gris, lleno de cucarachas y veneno de serpientes. Dolor.
Sólo eres feliz en esos momentos en los que crees que no hay nada mejor. Una sonrisa suya, una caricia, un beso.. ¡Total, era una mentira! Y de eso vivo. De las mentiras. Dicen que es la ley de vida.
Aún asi yo me pregunto constantemente, cual es la ley de vida, de qué modo uno puede ser feliz. Yo no soy feliz así, repartiendo honestidad, amistad y recibir odio y rencor. Las calles de mi ciudad se llaman egoísmo, los edificios apestan a crueldad y las cucarachas invaden pueblos y ciudades. La cucaracha mayor aplasta a las más humildes. No sé de que modo vale la pena vivir así. No vivo para creer, si no para ver. Creer es limitarse a soñar, es otra mentira. Otra mentira que te consume y te dá esa palabra tan sútil, esperanza. Más allá de las injusticias, más alla de las derrotas...
Tengo lo que quiero. Puedo permitirme lujos que poca gente podría. Pero no soy feliz con eso. No soy feliz con mi cantidad de ropa, ni con todas aquellas cosas materiales que crees que te proporcionan una inmensa felicidad. Vivo en una adversidad diferente. Creo que uno es realmente feliz cuando se siente querido por la persona que quiere. En ese momento tienes una protección, alguien a quien dedicarle todo y confiando plenamente en esa persona. Tampoco te dás cuenta que esa persona es otra cucaracha más.
No digo que no hayan mariposas. Sí subrayo que están en peligro de extinción.
Sólamente recalco mi deseo, mis ganas de destrucción. Deseo destrucción por parte de aquello que llamamos humanidad. Es un mundo perdido, sin rumbo y sin frenos.

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